Guanajuato es una de las ciudades más antiguas de la época colonial y conserva gran parte de sus edificaciones de aquel periodo, debido a los numerosos yacimientos de oro y plata encontrados en la región.
La ciudad se puede considerar dividida en dos partes: el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad, y la ciudad moderna, situada en las afueras. Una característica particular de Guanajuato es que la conexión entre la ciudad antigua y la nueva se realiza a través de una red de túneles, lo que añade un elemento distintivo y fascinante a su estructura.
La primera vez que visité Guanajuato tenía diez años, y me acompañó un tío que vivía allí y conocía profundamente la historia de la ciudad, la cual nos explicó durante el recorrido. El momento que más me impactó fue cuando cruzamos los túneles para llegar desde la ciudad moderna hasta la antigua. En ese instante, mi mente infantil imaginó que los túneles eran un pasaje del tiempo que nos transportaba a una época pasada, permitiéndonos experimentar el pasado en el presente y regresar a nuestro tiempo sin alterar la historia.
Esta imagen busca interpretar aquella experiencia de mi infancia, reflejando el mundo que mi imaginación construyó en ese momento.